miércoles, 18 de julio de 2012

Duplicidad de esfuerzos y aprovechamiento eficiente de los recursos


He leído con agrado la entrevista al Sr. Ricardo Rosales Pari, Sereno de Lima Metropolitana, perteneciente a la Brigada de Turismo y alumno de la primera promoción del Centro de Formación y Capacitación (Cenfocas) del Serenazgo de Lima, publicada hoy en la edición impresa de El Comercio, a página casi íntegra (A20).

Me llamó la atención la sinceridad del entrevistado para confesar que se hizo sereno por necesidad, refiriendo que fue su vocación cristiana la que lo inclinó a servir con diligencia a las personas necesitadas de información o de protección, en el ámbito del turismo.

Sin embargo, la lectura de esta entrevista me hizo comprobar, una vez más, la duplicidad de esfuerzos que hace el Estado, en este caso representado por la Municipalidad de Lima Metropolitana, fortaleciendo el Serenazgo municipal, encomendándole actividades especializadas como el turismo y otras relacionadas con funciones y actividades que también desarrolla la Policía Nacional de acuerdo a las leyes, en el ámbito nacional, regional,provincial y distrital.

La importante inversión de recursos que supone la creación, implementación y funcionamiento tanto del Serenazgo, como la brigada de turismo y el Cenfocaes, nos lleva a reflexionar y a preguntarnos: ¿Por qué no dirigir todos estos recursos de personal, educativos, materiales y tecnológicos con que cuenta actualmente la comuna, a las seis Comisarías de la PNP que son responsables policiales de jurisdicción de Lima Cercado? o ¿ Por qué no volver a poner en funcionamiento a la Unidad Policial de Asuntos Municipales que coordinó esfuerzos directos con la Municipalidad de Lima en la década de los 80 y que contribuyó en la ejecución de las disposiciones contenidas en las Ordenanzas, Decretos y Resoluciones de la Municipalidad, siendo importante elemento, por ejemplo, en la erradicación del comercio ambulatorio en las calles del damero de Pizarro?

No hay que descartar el fortalecimiento institucional de la Policía Nacional, entidad a la que la propia Constitución Política le ha dado la responsabilidad de garantizar, mantener y restablecer el Orden Interno; prestar ayuda y protección a las personas y a la comunidad; garantizar el cumplimiento de las leyes, la seguridad de los patrimonios públicos y privados; prevenir, investigar y combatir la delincuencia y vigilar y combatir las fronteras.  Es obvio que, para desarrollar cada una de estas finalidades, la PNP requiere de ingentes recursos económicos y financieros, no solamente de parte de Gobierno Nacional, sino también de los Gobiernos Regionales y Locales.  La Ley No. 29611 faculta a estos últimos a invertir en seguridad, mediante la suscripción de Convenios con la PNP.  Estos Convenios podrían regular las relaciones entre las partes, sobre todo para establecer mecanismos eficientes de fiscalización del adecuado empleo de los recursos que se proporcionarían a la PNP, para los fines previamente establecidos. Un modelo de Convenio Interinstitucional es el suscrito por la Asociación de Bancos y la Policía Nacional del Perú, que viene probando por más de quince años consecutivos importantes logros en materia de seguridad bancaria y ciudadana, justamente porque la Policía, a la par que recibe los recursos que necesita para ejercer eficientemente las funciones que le encomienda la Constitución y la ley, también rinde cuenta del empleo de estos recursos, sin perder autonomía administrativa ni funcional, en el marco de una alianza estratégica que se caracteriza por tener definido su objeto con precisión, como norte para el establecimiento de las obligaciones, no de las partes, sino de los aliados.  Esta experiencia de éxito puede extenderse a otros ámbitos, como los gobiernos regionales y locales, como un modelo que evite la creación de fuerzas paralelas, la duplicidad de esfuerzos y la ineficiente distribución de recursos escasos.

martes, 17 de julio de 2012

80 mil policías vigilarán las calles del país por Fiestas Patrias

Importante noticia conociendo que aproximadamente un 80% del total de efectivos con que cuenta la PNP serán utilizados para brindar servicios de orden y seguridad a la población en diferentes actividades que se realizarán a nivel nacional por nuestras Fiestas Patrias.  

Me pregunto si este esfuerzo, de carácter eventual, podría estudiarse para convertirlo progresivamente en una meta permanente por alcanzar.  Me pregunto también si una forma de lograr esta meta podría ser el que los gobiernos regionales y locales que pueden invertir en seguridad, de acuerdo a la Ley 29611 compren  los francos al personal para utilizar sus servicios por 8 horas diarias, para ser destinados a tareas específicas de orden y seguridad públicos y ciudadanos, dentro de sus respectivas jurisdicciones policiales, y así reforzar fundamentalmente el servicio de calles que deben brindar las comisarías.

domingo, 15 de julio de 2012

Seguridad, una tarea conjunta.

Los serenazgos y la Policía Nacional.

(Publicado el 1 de septiembre de 2010 en el Diario El Comercio).

Hace poco se ha planteado la fusión de los serenazgos con la Policía Nacional, argumentando, como ha hecho Gino Costa Santolalla en El Comercio (15/6/2010), que esta figura municipal surgió para suplir el repliegue policial ocasionado por la violencia terrorista iniciada en la década de 1980.

Más que convertirlos en policías locales –la actual Policía es nacional, regional y local, a la vez–, y considerando que en Lima hay ocho mil serenos, con una inversión de 57 millones de dólares en vehículos, equipos de comunicaciones, cámaras de videovigilancia, entre otros, se podría crear un procedimiento para que progresiva y voluntariamente, estas personas se vayan incorporando a la PNP, previa capacitación técnica, con el compromiso de que el Comando de dicha institución los vuelva a asignar a sus respectivos distritos, para potenciar a las comisarías de su localidad, que contarían con mayores recursos de personal, vehículos, sistemas de comunicación e informáticos y videovigilancia. 

Hay que repotenciar las comisarías, para prestar un mejor servicio de seguridad ciudadana. ¿Sabrá la comunidad de Lima que con solo dos millones de dólares se pueden integrar las 104 comisarías de la ciudad, de manera que todas ellas podrían recibir, procesar y difundir entre ellas la información relevante que orienten sus esfuerzos para servir eficiente y eficazmente a la comunidad? Esta decisión debería ser parte de la inversión en seguridad ciudadana de las municipalidades. Los alcaldes tendrían a su cargo la labor de supervisión y fiscalización de los recursos proporcionados a las comisarías de sus distritos. 

Concuerdo con Gino Costa cuando propugna la integración de esfuerzos del serenazgo con la Policía, como lo manda la Constitución, que en su artículo 197 señala: “Las municipalidades promueven, apoyan y reglamentan la participación vecinal en el desarrollo local. Asimismo brindan servicios de seguridad ciudadana, con la cooperación de la Policía Nacional del Perú”. Como puede apreciarse no señala integración sino cooperación. Integración, dice el diccionario es: “Hacer que alguien o algo pase a formar parte de un todo; completar un todo con las partes que le faltan”. Creo que llegó el momento de integrar los serenazgos de los distritos de Lima Metropolitana a la Policía Nacional, que deberá crear, dentro de la Séptima Región Policial, un organismo especializado que administre y supervise el sistema integral de seguridad ciudadana, encargado de brindar los servicios de protección y ayuda que requiere la comunidad de Lima y de prevenir y combatir el delito en todas sus manifestaciones. 

Es indudable que los organismos especializados de la Policía, como pueden ser el de Tránsito, Patrullaje Troncalizado (en razón de que el local estaría a cargo de las comisarías), Turismo, Antidrogas, Investigación Criminal y otras unidades o servicios policiales afines, colaborarían con el organigrama propuesto.

Coronel PNP (r) Carlos Iriarte Chávarri.