(Publicado el 1 de septiembre de 2010 en el Diario El Comercio).
Hace poco se ha planteado la fusión de los serenazgos con la Policía Nacional, argumentando, como ha hecho Gino Costa Santolalla en El Comercio (15/6/2010), que esta figura municipal surgió para suplir el repliegue policial ocasionado por la violencia terrorista iniciada en la década de 1980.
Más que convertirlos en policías locales –la actual Policía es nacional, regional y local, a la vez–, y considerando que en Lima hay ocho mil serenos, con una inversión de 57 millones de dólares en vehículos, equipos de comunicaciones, cámaras de videovigilancia, entre otros, se podría crear un procedimiento para que progresiva y voluntariamente, estas personas se vayan incorporando a la PNP, previa capacitación técnica, con el compromiso de que el Comando de dicha institución los vuelva a asignar a sus respectivos distritos, para potenciar a las comisarías de su localidad, que contarían con mayores recursos de personal, vehículos, sistemas de comunicación e informáticos y videovigilancia.
Hay que repotenciar las comisarías, para prestar un mejor servicio de seguridad ciudadana. ¿Sabrá la comunidad de Lima que con solo dos millones de dólares se pueden integrar las 104 comisarías de la ciudad, de manera que todas ellas podrían recibir, procesar y difundir entre ellas la información relevante que orienten sus esfuerzos para servir eficiente y eficazmente a la comunidad? Esta decisión debería ser parte de la inversión en seguridad ciudadana de las municipalidades. Los alcaldes tendrían a su cargo la labor de supervisión y fiscalización de los recursos proporcionados a las comisarías de sus distritos.
Concuerdo con Gino Costa cuando propugna la integración de esfuerzos del serenazgo con la Policía, como lo manda la Constitución, que en su artículo 197 señala: “Las municipalidades promueven, apoyan y reglamentan la participación vecinal en el desarrollo local. Asimismo brindan servicios de seguridad ciudadana, con la cooperación de la Policía Nacional del Perú”. Como puede apreciarse no señala integración sino cooperación. Integración, dice el diccionario es: “Hacer que alguien o algo pase a formar parte de un todo; completar un todo con las partes que le faltan”. Creo que llegó el momento de integrar los serenazgos de los distritos de Lima Metropolitana a la Policía Nacional, que deberá crear, dentro de la Séptima Región Policial, un organismo especializado que administre y supervise el sistema integral de seguridad ciudadana, encargado de brindar los servicios de protección y ayuda que requiere la comunidad de Lima y de prevenir y combatir el delito en todas sus manifestaciones.
Es indudable que los organismos especializados de la Policía, como pueden ser el de Tránsito, Patrullaje Troncalizado (en razón de que el local estaría a cargo de las comisarías), Turismo, Antidrogas, Investigación Criminal y otras unidades o servicios policiales afines, colaborarían con el organigrama propuesto.
Coronel PNP (r) Carlos Iriarte Chávarri.
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